En una propuesta relativa a la inversión en el desarrollo de tecnologías de bajo nivel de emisión de carbono, la Comisión Europea estima que en los próximos diez años será necesaria una inversión adicional de 50.000 millones de euros en la investigación sobre tecnologías energéticas. Esto equivale a casi triplicar la inversión anual en la Unión Europea, de 3.000 a 8.000 millones de euros, y representa un paso adelante en la aplicación del Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (Plan EETE), pilar tecnológico de la política de la UE en materia de energía y clima. Se toman en consideración diferentes fuentes de financiación públicas y privadas a escala nacional y comunitaria, las cuales, utilizadas de manera coordinada, contribuirán también a impulsar un sector industrial en rápido crecimiento y a crear empleo.
Principales tecnologías y actividades que han de financiarse
La Comisión Europea, junto con la industria y la comunidad investigadora, ha establecido «hojas de ruta» que determinan seis sectores en los que las tecnologías de baja emisión de carbono presentan un elevado potencial a nivel de la Unión Europea: energía eólica, energía solar, redes eléctricas, bioenergía, captura y almacenamiento de carbono y fisión nuclear sostenible. Los costes adicionales cubrirían la investigación fundamental y aplicada, la demostración y la pronta asimilación por el mercado, con exclusión de las actividades de despliegue . Se ha propuesto una nueva iniciativa sobre eficiencia energética destinada a un máximo de 30 ciudades («Iniciativa sobre ciudades inteligentes»), como primer incentivo para la asimilació n generalizada por el mercado de tecnologías eficientes energéticamente, de las energías renovables y de las tecnologías de redes energéticas.
Responsabilidad compartida para mejorar la relación eficacia-coste
La Comisión exhorta a las partes interesadas a una acción coordinada y complementaria y a una mayor propensión al riesgo. El apoyo público resulta necesario cuando el nivel de incertidumbre tecnológica y de riesgo comercial es elevado. Dicho apoyo debería servir de incentivo para la participación de la industria, que se vería respaldada por una mayor inversión de los bancos e inversores privados en las empresas que encabezarán la transición hacia una economía hipocarbónica. También se contempla la intervención del Banco Europeo de Inversiones para aumentar los préstamos destinados a financiar el plan EETE.
Fuente: Servicio de prensa de la Comisión Europea